Los restaurantes de Marina Tarraco están ilusionados con los nuevos dueños, ya que esperan que el cambio en los negocios sea para bien, y que se consiga aumentar la clientela de este espacio El Port de Terragona fue el que se encargó de aprobar la venta de esta zona marítima. Una sociedad de Qatar fue la que compró la concesión a la concesionaria de la Marina Port Tarraco, la Sociedad Internacional Marina Tarraco. El cambio en la gestión delc omplejo de lujo podría aumentar en gran número la inversión que se hizo en los centros. Hay que recordar que en el 2003, se destinaron 32 millones de euros para esa finalidad.
Sin embargo, hay que considerar que todo lo que proviene de Medio Oriente siempre está cargado de un gran capital económico, y por ese motivo, la expectativa es muy grande para que pueda haber una modificación notoria en todo lo que se relaciona con las comidas y el mundo de la gastronomía. Ante este traspaso en la propiedad gestora de la infraestructura, los negocios de la zona se posicionaron a favor y admiten que se podrán generar una mayor cantidad de ventas, lo cual agrandaría las finanzas que se reciben.
Frank Vinder es uno de los responsables del restaurante Anagoras, y fue él quien se encargó de mostrarse muy satisfecho por todo este cambio, al decir: «Necesitamos nuevas ideas y más negocios atractivos porque por aquí casi no hay gente y los clientes que vienen, bajan directamente aquí porque nos conocen. Nos da mucho miedo tener que cerrar para siempre», dijo muy emotivo. Además, también recordó los grandes momentos que vivió en ese sitio en otras épocas que no estaban caracterizadas por la crisis económica como sí se empezó a vivir en el 2008, y que en el 2009 se agudizó aún más.